En el contexto de la iniciativa ‘Destruyendo el miedo, construyendo esperanza’, las Fuerzas Militares de Colombia, junto con la Fiscalía General y la empresa Acerías Paz del Río, fundieron 23,500 armas de fuego incautadas en operaciones militares y policiales o entregadas voluntariamente. Este acto se llevó a cabo en la Planta Industrial de Belencito, en Nobsa, Boyacá.
El acero recuperado será utilizado en la construcción de puentes, viviendas, escuelas, alojamientos militares y otras infraestructuras esenciales, contribuyendo a la economía circular y la protección ambiental. Según Fabio Galán Sánchez, gerente de Acerías Paz del Río, “estas armas que generaron lágrimas en muchas familias ahora adquieren un segundo uso, ayudando a construir país”.
Entre las armas destruidas se incluyen fusiles, pistolas, ametralladoras y armamento modificado ilegalmente para aumentar su letalidad. En total, el material transformado alcanzó unas 43 toneladas de acero.
El general Hugo Alejandro López, jefe del Estado Mayor Conjunto, subrayó que este esfuerzo es un paso significativo hacia la paz: “Haberles quitado las armas a grupos delincuenciales y asegurarnos que no van a hacer más daño es una forma de darle paz a Colombia”.
Desde 1992, Colombia ha destruido más de 670,000 armas de fuego en cumplimiento con el Decreto 2535 de 1993, que regula la disposición de material decomisado. Este proyecto simboliza la transformación de la violencia en progreso, demostrando el compromiso del Gobierno y el sector privado con la seguridad y el desarrollo del país.