El director general de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Carrillo Arenas, encabezó una comisión técnica en el departamento del Amazonas para atender la grave sequía que afecta a la región. Esta emergencia ha provocado una reducción del 80 % de la lámina de agua del río Amazonas, interrumpiendo la conexión con el lago de Tarapoto y afectando gravemente a la fauna local y a las comunidades indígenas.
Durante su visita, Carrillo y su equipo técnico realizaron un recorrido por los puntos críticos del río, evaluando el estado de la cuenca y las consecuencias de la sequía. Uno de los principales impactos ha sido sobre los delfines rosados, una especie emblemática del Amazonas, cuya supervivencia está amenazada por la falta de agua en sus hábitats. Además, cerca de 10 comunidades indígenas, con una población estimada de 3.000 personas, han visto comprometido su acceso al agua potable debido a la disminución del caudal.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) ha reportado un déficit de lluvias de entre el 60 % y el 80 % en varias regiones del país, incluyendo la Amazonía, el occidente de la Orinoquía, la región Andina, el sur del Caribe y el sur del Pacífico, lo que agrava la situación en estos territorios.
Tras la evaluación del estado del río y las reuniones con las comunidades afectadas, el director de la UNGRD anunció un conjunto de medidas inmediatas para mitigar el impacto de la sequía. Entre las acciones más urgentes se encuentra la entrega de motobombas y mangueras a las comunidades indígenas, lo que permitirá garantizar el suministro de agua en las zonas que han quedado aisladas por los bajos niveles del afluente.
Estas medidas buscan atender la crisis a corto plazo, mientras las autoridades evalúan soluciones más sostenibles para enfrentar la creciente vulnerabilidad de la región ante los cambios climáticos extremos que afectan al Amazonas y a otras regiones del país.