El presidente de Colombia, Gustavo Petro, nombró a Pedro Sánchez, general del Ejército, como nuevo ministro de Defensa. Con esta designación, Sánchez ha dejado su cargo como oficial activo para asumir el puesto como civil en el gabinete del mandatario.
En su intervención, Sánchez confirmó que presentó su solicitud de retiro de las Fuerzas Armadas tras 35 años de servicio, explicando que lo hacía para poder desempeñar un cargo civil y continuar el legado de los anteriores ministros. "Lo hago para servir desde otra óptica, como ministro de Defensa de nuestra amada Colombia", expresó en una conferencia de prensa.
El nuevo ministro es ampliamente reconocido por su papel como líder en la exitosa operación de rescate de los cuatro niños indígenas que estuvieron perdidos durante 40 días en la selva amazónica, luego del accidente de una avioneta en junio de 2023.
La designación de Sánchez, anunciada el miércoles por Petro, rompió con una tradición de más de 30 años, que estipulaba que el cargo de ministro de Defensa fuera ocupado por un civil. La última vez que un militar asumió este puesto fue en 2021, cuando el general Luis Fernando Navarro ocupó el cargo de forma interina. A partir de 1994, con la llegada de Fernando Botero, el primer civil en el cargo, este puesto ha sido tradicionalmente asignado a civiles, salvo por algunas breves excepciones.
El nombramiento ha generado una fuerte reacción en la oposición, que cuestiona la decisión, mientras que una parte de la ciudadanía destaca el historial de Sánchez, especialmente su liderazgo en situaciones de rescate y seguridad nacional. No obstante, algunos analistas y expertos en seguridad han expresado preocupación por las posibles consecuencias del nombramiento, incluyendo el retiro de altos oficiales de las Fuerzas Armadas con más rango y antigüedad que Sánchez.