El presidente Gustavo Petro y el exministro de Educación, Alejandro Gaviria, protagonizan un intenso intercambio de acusaciones que evidencia profundas divisiones en el gobierno colombiano.
El conflicto se intensificó cuando, durante un Consejo de Ministros televisado el 4 de febrero de 2025, Petro afirmó que su "peor error" fue nombrar a Gaviria como ministro de Educación, acusándolo de intentar frenar el programa de gobierno. Gaviria respondió en un video en su cuenta de X, declarando: "Mi peor error fue haber creído en Petro y creer que podría gobernar decentemente Colombia". Además, cuestionó la permanencia de funcionarios en el gobierno vinculados a casos de corrupción.
El 7 de febrero, en la Universidad Industrial de Santander, Petro arremetió nuevamente contra Gaviria, criticando su gestión en la cartera educativa y señalando que "dos años perdimos" debido a su nombramiento. Gaviria replicó en X, defendiendo su enfoque en la educación pública y acusando al presidente de mentir diariamente ante el fracaso de su administración.
Este enfrentamiento pone de relieve las tensiones internas en el gobierno y plantea interrogantes sobre la estabilidad y cohesión de la administración de Petro. Analistas políticos advierten que estas disputas podrían debilitar la agenda gubernamental y afectar la percepción pública de la gestión actual.
La confrontación entre Petro y Gaviria no es un hecho aislado. A lo largo de los últimos meses, ambos han tenido desacuerdos públicos sobre diversos temas, incluyendo la reforma educativa y la gestión de la salud en el país. Estas diferencias reflejan las divergencias ideológicas y de visión dentro del equipo de gobierno.
La situación actual plantea desafíos significativos para la administración de Petro, que deberá trabajar en la reconstrucción de la unidad interna y en la restauración de la confianza pública para avanzar en sus propuestas de cambio y desarrollo para Colombia