Celele se consolida como uno de los mejores restaurantes de Latinoamérica por su propuesta caribeña y sostenible

Celele, ubicado en el tradicional barrio Getsemaní de Cartagena, se ha posicionado entre los mejores restaurantes de Latinoamérica gracias a una propuesta gastronómica que combina sabores del Caribe colombiano, sostenibilidad e innovación. El restaurante, liderado por el chef Jaime Rodríguez, ofrece una experiencia culinaria única basada en ingredientes locales, técnicas ancestrales y una fuerte conexión con comunidades del territorio.

Desde su apertura en 2018, Celele ha sido reconocido por su trabajo con productos autóctonos, muchos de ellos recolectados de forma artesanal en regiones como La Guajira, Montes de María y la costa Caribe. Esta labor le permitió ingresar al puesto 48 del ranking mundial de The World’s 50 Best Restaurants 2025, además de obtener el premio al Restaurante Sostenible, galardón que destaca su compromiso con el medioambiente y la economía circular.

El menú de Celele destaca por la creatividad y autenticidad: preparaciones como marlin curado en cáscara de coco, hummus de orejero o tartar de langostinos con pétalos comestibles dan vida a una cocina de autor profundamente arraigada en el patrimonio caribeño. El chef Rodríguez, también líder del proyecto Caribe Lab, ha documentado más de 350 ingredientes locales con el objetivo de preservar y visibilizar la biodiversidad culinaria de la región.

Uno de los elementos que distingue a Celele es su concepto de hospitalidad: el ambiente del restaurante evita formalismos, invitando a los comensales a sentirse como en casa, con una atmósfera relajada, música afrocaribeña y arte local. Esta cercanía, sumada al sabor y la técnica, ha convertido al restaurante en un destino imprescindible tanto para visitantes nacionales como extranjeros.

El reconocimiento internacional ha reforzado la proyección de Celele como un referente no solo gastronómico, sino también cultural y social. La visión de Rodríguez se enfoca en seguir innovando, fortalecer el trabajo con comunidades locales y consolidar un modelo de cocina que transforme el territorio desde el fogón, exaltando el valor del Caribe colombiano en la escena global.