El Gobierno colombiano formalizó el pasado 14 de mayo de 2025 su adhesión al plan de cooperación con China en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, sin que esto implique obligaciones legales bajo el derecho internacional. La firma se realizó durante el cuarto encuentro ministerial del Foro China-CELAC, en presencia de los presidentes Gustavo Petro y Xi Jinping.
El documento, denominado “Plan de Cooperación”, abarca áreas estratégicas como infraestructura, reindustrialización, salud pública, ciencia, transición energética y transferencia tecnológica. A pesar del alcance político y técnico, el texto establece expresamente que no constituye un tratado ni generará bases legales para reclamaciones o interpretaciones jurídicas internacionales.
Según lo divulgado por la emisora W Radio, el plan aclara: “El presente plan de cooperación no crea ninguna obligación jurídicamente vinculante en virtud del derecho internacional […] no se utilizará como base para una reclamación”.
Los compromisos incluyen el desarrollo de vías terciarias, inversión con transferencia tecnológica, producción de vacunas, promoción de vehículos eléctricos, educación, cultura y cooperación local, así como mecanismos de financiación conjunta y participación de terceros actores, lo que abre la puerta a alianzas público-privadas.
La versión del plan fue firmada en chino, español e inglés, siendo esta última la que prevalecerá en caso de discrepancias de interpretación. La iniciativa marca un nuevo capítulo en las relaciones entre Bogotá y Beijing, con foco en el intercambio económico y científico, sin comprometer jurídicamente a Colombia en la esfera internacional.