La gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, y el presidente Gustavo Petro, quienes recientemente intercambiaron duras declaraciones sobre la respuesta ante el brote de fiebre amarilla en la región, han suavizado sus posturas tras la implementación de una nueva medida gubernamental para contener la epidemia. Tras un enfrentamiento mediático, Matiz celebró la reciente decisión del gobierno de vacunar a los miembros de la fuerza pública, incluidos el Ejército y la Policía, que aún no hayan recibido la vacuna.
"Celebramos esta decisión del Ministerio de Defensa para todo el cuerpo armado. En el Tolima, lo habíamos implementado y anunciado días atrás como una medida efectiva para salvaguardar la vida de los uniformados y su tarea directa en los territorios del brote", afirmó la gobernadora en sus redes sociales. Además, Matiz destacó que, gracias a la medida, más del 90% de la fuerza pública en su departamento ya ha sido vacunada.
El comentario de Matiz llegó poco después de que el presidente Petro, en un mensaje sobre el impacto de la fiebre amarilla en el país, felicitara a los tolimenses por el avance en la vacunación. “Felicitaciones a quienes en el Tolima han librado la batalla, van 200.000 vacunados allí”, expresó Petro, elogiando el esfuerzo local, aunque sin mencionar directamente a la gobernadora.
Este cambio de tono entre Petro y Matiz se produjo después de un cruce de declaraciones el 15 de abril de 2025, cuando el presidente había criticado a la gobernadora por no destinar recursos para la vacunación. Matiz respondió firmemente, desmintiendo las acusaciones de Petro y defendiendo la gestión de su gobierno en la lucha contra la fiebre amarilla. En su respuesta, recordó que había decretado la emergencia pública en el Tolima y que se habían realizado esfuerzos coordinados con la Organización Panamericana de la Salud.
La disputa entre ambos comenzó cuando Petro sugirió, a través de sus redes sociales, que los recursos no estaban siendo utilizados adecuadamente en el departamento para combatir el brote. Sin embargo, la reciente medida del Gobierno y el reconocimiento del progreso en la vacunación parecen haber suavizado las tensiones entre el presidente y la gobernadora, aunque la situación sigue siendo un tema de debate público.