El Gobierno Nacional se prepara para hacer una reestructuración en los altos mandos de las Fuerzas Militares con miras al cierre del mandato del presidente Gustavo Petro. Los ajustes, previstos para julio de 2025, buscan fortalecer la respuesta institucional ante los desafíos de seguridad que atraviesa el país.
Según información divulgada por Blu Radio, el almirante Francisco Cubides dejará su cargo como comandante de las Fuerzas Militares, posición que asumió en 2024. En su reemplazo llegará el general Luis Carlos Córdoba, actual jefe de la Fuerza Aeroespacial Colombiana. Córdoba cuenta con una reconocida experiencia en operaciones estratégicas y defensa aérea, cualidades que lo posicionan como una figura clave para liderar en un contexto de creciente complejidad en materia de seguridad nacional.
Los relevos también tocarán otras ramas de la estructura militar. En la Armada Nacional, el almirante Juan Ricardo Rozo será reemplazado por el vicealmirante Orlando Grisales, quien actualmente funge como jefe de Estado Mayor Naval. Su trayectoria en operaciones marítimas y lucha contra actividades ilícitas como el narcotráfico y la pesca ilegal es destacada, lo que lo perfila como una pieza fundamental en el fortalecimiento del control territorial marítimo.
El Ejército Nacional también tendrá nuevo comandante. El general Luis Emilio Cardozo cederá el liderazgo al general Eric Rodríguez, actual segundo al mando. Rodríguez ha liderado varias de las principales operaciones de seguridad y tiene amplio conocimiento del funcionamiento interno de la fuerza terrestre, lo cual permitirá una transición con continuidad estratégica.
La Fuerza Aeroespacial Colombiana, por su parte, será dirigida por el general Carlos Fernando Silva, quien asumirá el cargo que dejará vacante el general Córdoba al pasar a liderar las Fuerzas Militares. Silva enfrentará el reto de mantener y reforzar las capacidades operativas y tecnológicas de la institución, además de consolidar la cooperación con otras fuerzas en materia de defensa aérea.
Un punto de continuidad dentro de estos movimientos será la permanencia del general Hugo López como Jefe del Estado Mayor Conjunto. Su continuidad se considera clave para garantizar la estabilidad en las operaciones conjuntas y en la coordinación estratégica de las distintas ramas militares.
Fuentes del Gobierno explicaron que estos cambios responden a la necesidad de ajustar la cúpula militar para enfrentar los retos actuales de seguridad interna y externa, con el objetivo de consolidar los avances alcanzados hasta ahora en defensa nacional.
El contexto de seguridad sigue siendo delicado. La Defensoría del Pueblo alertó recientemente sobre un repunte preocupante de la violencia armada en regiones como el Bajo Calima, en Buenaventura, y el Catatumbo, en Norte de Santander. Según la defensora Iris Marín, comunidades como el Consejo Comunitario del Bajo Calima y el pueblo indígena Guanán del Resguardo Santa Rosa de Guayana han vuelto a vivir situaciones de violencia tras su retorno a los territorios.
“La intensificación del conflicto armado durante lo ocurrido del 2025 ha provocado que las comunidades retornadas estén viviendo nuevamente la violencia”, señaló Marín. Ante este panorama, el Gobierno busca que los nuevos liderazgos militares aporten a una respuesta más efectiva frente a las amenazas que afectan a las poblaciones más vulnerables del país.