Un grupo de 1.990 jóvenes de distintas regiones del país envió una carta al presidente Gustavo Petro en la que le solicitan moderar el tono de sus intervenciones públicas y su manera de referirse a quienes piensan diferente. En el texto, los firmantes se identifican como “jóvenes colombianos, provenientes de distintos orígenes sociales, económicos y culturales” y expresan su preocupación por “la violencia verbal que ha escalado en el país y que amenaza con derivar en violencia física”. También mencionan el caso del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay como un ejemplo de esa creciente tensión.
El documento plantea cuatro solicitudes puntuales al mandatario, orientadas a promover una comunicación más respetuosa y democrática.
La primera de ellas es que el presidente evite “tildar a otros candidatos o a quienes discrepan de sus propuestas como ‘enemigos’”, en línea con su papel de figura integradora del país. En segundo lugar, piden que se abstenga de realizar “gestos de rabia o furia al referirse a las ideas o argumentos de otros ciudadanos”, argumentando que la “ecuanimidad fortalece la democracia”.
El tercer punto hace referencia a los mensajes del presidente en redes sociales, específicamente en su cuenta de X, donde recientemente advirtió: “Ministro que no firme el decreto presidencial de inmediato se va. El poder presidencial es poder del pueblo”. Los jóvenes manifiestan su rechazo a este tipo de expresiones, afirmando que no quieren “más amenazas hacia quienes disienten de sus políticas, incluidos miembros de su propio gabinete”.
Por último, solicitan que el jefe de Estado no atribuya a terceros los resultados negativos de su gestión y que no busque “responsables externos para las políticas que no producen los resultados esperados”.
La carta finaliza con un llamado al respeto institucional: “Le exigimos cuidar el país y garantizar espacios de respeto, debate constructivo y participación ciudadana libre de agresiones verbales. Confiamos en que su ejemplo marcará una nueva etapa de civilidad y esperanza en nuestras instituciones”.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que se hacen advertencias públicas sobre las consecuencias del tono del presidente. Días atrás, el excanciller Álvaro Leyva expresó su preocupación afirmando que “ha sido el propio presidente de la República quien ha venido invocando la tropelía para el logro de personales cometidos”, agregando que “estamos siendo testigos de los resultados de haberse incitado y estar incitándose a la violencia desde la cima del poder”.