La más reciente Encuesta de Percepción y Victimización 2024, presentada por la Cámara de Comercio de Bogotá, reveló una reducción significativa en la percepción de inseguridad en la capital. El 69,3 % de los encuestados consideró que la seguridad ha empeorado, lo que representa una disminución frente al 76 % en 2023 y al pico del 87,7 % registrado en 2021. Asimismo, la tasa de victimización bajó de 17,7 % a 15,3 %, marcando una caída de 2,5 puntos porcentuales.
En contraste con esta mejoría, el número de ciudadanos que decidieron denunciar delitos aumentó notablemente. En 2024, el 52 % de las víctimas acudieron a interponer denuncias, en comparación con el 44,6 % del año anterior y el 41,1 % en 2022. Este repunte en las denuncias está relacionado con un mayor nivel de confianza en las autoridades y una percepción de mayor efectividad institucional. Los delitos más reportados fueron los cibernéticos, la extorsión y el hurto a residencias.
Sin embargo, el informe advierte sobre un incremento en algunos tipos de delitos. La extorsión pasó de 5,2 % a 7,3 % y los actos de vandalismo aumentaron de 7,6 % a 9,9 % en el último año. Además, la percepción de inseguridad en TransMilenio se mantuvo alta, alcanzando un 70,6 %, con una preocupación mayor entre las mujeres, donde la cifra llegó al 74,5 %.
El estudio también identificó diferencias importantes entre localidades. Mientras zonas como Chapinero, Teusaquillo y La Candelaria mostraron mejoras en la percepción de seguridad, localidades como Barrios Unidos, Antonio Nariño y Kennedy continúan reportando niveles elevados de inseguridad percibida.
La Cámara de Comercio recomendó fortalecer la presencia policial con apoyo tecnológico, mejorar los mecanismos para interponer denuncias, profesionalizar la labor policial y desarrollar intervenciones urbanas enfocadas en los puntos más críticos, especialmente para proteger a las mujeres.
En conclusión, aunque Bogotá muestra señales de avance en materia de seguridad ciudadana, el aumento en ciertos delitos y la persistente percepción de inseguridad en el transporte público exigen una atención focalizada y sostenida por parte de las autoridades.