En una masiva concentración en Barranquilla que reunió a unas 25.000 personas, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, criticó duramente a los políticos tradicionales y acusó al Congreso de traicionar al pueblo al hundir reformas sociales clave y una consulta popular sobre derechos laborales.
Durante su discurso, Petro denunció la compra de votos como una práctica habitual, especialmente en la región Caribe, y exhortó a sus seguidores a rechazar esta costumbre. Se dirigió directamente contra el presidente del Senado, Efraín Cepeda, acusándolo de votar en contra de los intereses populares y de negarse a dialogar con el Gobierno.
El mandatario defendió a su ministro del Interior, Armando Benedetti, tras la polémica con la exministra de Justicia, y reiteró su compromiso con las reformas sociales.
Los cabildos abiertos convocados por Petro buscan movilizar a la ciudadanía para presionar al Legislativo, aunque en la práctica consisten en discursos unilaterales del presidente.
A pesar del calor y la larga espera, los participantes mostraron un fuerte respaldo a Petro, quien apuesta por mantener el apoyo popular en las calles como herramienta política frente a la oposición parlamentaria.
Líderes estudiantiles, indígenas y campesinos aprovecharon el evento para denunciar problemas locales como corrupción y violencia, alineándose con el llamado del presidente a una transformación política.