Durante un Consejo de Ministros transmitido en televisión, el presidente Gustavo Petro exigió al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, tomar medidas jurídicas para impedir la demolición del hospital San Juan de Dios, en Bogotá. La institución es reconocida por su relevancia histórica y por haber sido, según el mandatario, el primer hospital de América.
Señaló que durante su gestión como alcalde de Bogotá se invirtieron recursos en la recuperación del complejo, pero estas obras fueron demolidas posteriormente. “Arreglamos centenares de metros cuadrados, y yo fui a ver y no quedaban sino escombros. Demolieron lo que hicimos. Eso fue un crimen", expresó Petro, enfatizando la falta de investigaciones al respecto.
Destacó el valor patrimonial del hospital, fundado en 1538 por orden del rey de España, y explicó que la administración fue encomendada a la orden San Juan de Dios. “Al ser fundado por el rey, es salud pública. No fue el obispo quien lo fundó, como algunos creen", añadió el presidente.
Mencionó también el papel del hospital en crisis sanitarias, como la peste de 1918: “El San Juan de Dios afrontó una de las pestes que llegó a Bogotá desde Europa. Salvó vidas. Y el agradecimiento de salvar vidas es que lo quieren dinamitar".
Petro recordó que existe una sentencia de la Sala Plena del Consejo de Estado que obliga a preservar el complejo hospitalario. “Esa sentencia está siendo ignorada. Están en desacato", advirtió, subrayando la dimensión legal y constitucional del caso.
Al cierre, reafirmó su compromiso con la reapertura del hospital. “He sido congresista, alcalde y ahora presidente. Y ni siquiera así hemos logrado reabrirlo. Pero no renunciaré a esa lucha", concluyó el mandatario, aludiendo a los sectores que se han opuesto al proyecto durante décadas.