Revitalizar selva amazónica y abrir puertas a sustitución de cultivos de coca en Catatumbo y Caquetá, temas clave de acuerdo con disidencias de Farc

La Mesa de Diálogos de Paz del Gobierno nacional con el Estado mayor de los bloques ‘Comandante Jorge Suárez Briceño’, Magdalena Medio ‘Comandante Gentil Duarte’ y el Frente ‘Comandante Raúl Reyes’ de las Farc (Embf) reafirmaron su compromiso de seguir construyendo el camino hacia la terminación definitiva del conflicto y en ese marco acordaron contribuir al plan de revitalización de la selva amazónica y abrir las puertas a la sustitución de cultivos de uso ilícito en el Catatumbo y en Caquetá.

En ese sentido, las partes anunciaron un acuerdo para la protección del parque Chiribiquete, la recuperación de la Serranía y los parques La Macarena, Tinigua y Picachos, así como la conservación de áreas protegidas y el cierre de la frontera agrícola.

A esto se suma la construcción de acuerdos de conservación en el arco noroccidental amazónico dando prioridad a la gestión de los bosques y del ciclo del agua, pero también a la construcción de un Plan para la recuperación de la conectividad ecológica andino-amazónica.

“Basados en los avances y acciones para la transformación territorial, reiteramos la necesidad de que los diálogos iniciados entre instituciones y comunidades sigan adelante, para lograr el reconocimiento de la dimensión socioambiental del campesinado, los pueblos indígenas y las comunidades afrodescendientes, y la recuperación de las conectividades ecológicas andino amazónicas como prioridad”, dice un aparte del documento firmado por la Mesa de Diálogo, luego de una reunión extraordinaria en la región de La Macarena.

El acuerdo aparece firmado por los jefes de las dos delegaciones: Camilo González Posso, coordinador de la delegación del Gobierno nacional, y Leopoldo Durán, coordinador de los delegados del Embf.

Asimismo, se acordó que las delegaciones trabajarán en el VII ciclo la posibilidad de construir un plan en el que participen, sin armas, integrantes del Embf para la recuperación de la selva y los ríos, además, se adelantará una campaña de educación y capacitación para que los finqueros voluntariamente reforesten nacimientos de agua, conserven las rondas de los ríos y caños, y tengan cercas vivas.

También se incluyó que habrá un acompañamiento en la recuperación del corredor de conectividad ecológica que integra los parques Macarena y Chiribiquete, mediante la siembra de 10 millones de árboles y la recuperación del parque Tinigua con un programa que llegue a 10.000 hectáreas y no menos de 5 millones de árboles de especies nativas allí. En este puto se invitará a las Juntas de Acción Comunal para establecer viveros comunitarios.

En la misma línea, la Mesa va a respaldar la implementación del proyecto de recuperación ecológica que se ha iniciado en el corredor que va desde el Nudo del Paramillo hasta la Serranía de San Lucas, en Antioquia.

Plan de sustitución de cultivos

Otro de los puntos clave del acuerdo firmado en La Macarena tiene relación con la implementación de una política que supere la dependencia de las economías ilegales en los territorios, la cual se debe adelantar de la mano con las comunidades.

“La delegación del Embf manifiesta su compromiso, disposición y respeto para que las instituciones del Gobierno nacional adelanten la política de sustitución de cultivos y la política nacional de drogas, dentro del marco de las concertaciones a que lleguen con las comunidades”, se afirma en el documento del acuerdo.

En ese orden de ideas, la Mesa finiquitó que se les darán prioridad para este proceso a municipios del Catatumbo y del Caquetá.

El objetivo de este punto es llegar a la reconversión económica territorial en el que las comunidades e instituciones responsables de la política de drogas, acuerden un plan sostenible para superar la producción de coca, pasta base y cocaína en Parques Nacionales Naturales y en el norte amazónico teniendo en cuenta los enfoques étnico y ambiental.

El VII ciclo de la Mesa de Diálogos de Paz con el Embf se realizará en Villavicencio, entre el 18 y 24 de mayo de 2025.

Finalmente, las dos delegaciones de paz destacaron la facilitación y el apoyo técnico del componente internacional conformado por el Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas en Colombia, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de los Estados Americanos (MAPP-OEA), y el acompañamiento de la Conferencia Episcopal de Colombia, así como la participación de los países garantes: Noruega, Suiza, la República Bolivariana de Venezuela e Irlanda y la Observación de la Unión Europea.