La falta de agua en las comunidades indígenas de La Guajira sigue siendo una crisis urgente, mientras los carrotanques que debían suplir esa necesidad permanecen en estado de abandono en dos bases militares de la región. Estos vehículos, que forman parte de un contrato millonario bajo investigación por corrupción, han quedado inutilizados en instalaciones militares de Uribia y en el Batallón de Infantería Mecanizado número 6 en Riohacha.
Eudes Romero, líder social de La Guajira, expresó su indignación al respecto: "Vemos unos carros en estado de abandono, allí tirados en los batallones. Señor presidente, queremos una explicación pública. A la Fiscalía también le pedimos que identifique a los responsables de este masivo y funesto robo hacia los niños indígenas wayúu".
Las imágenes de los carrotanques muestran un deterioro notable: algunos cubiertos de maleza, con llantas dañadas y ventanas rotas por las altas temperaturas, señal de su abandono prolongado. El escándalo de corrupción vinculado a este proyecto ha impedido que los vehículos lleguen a las comunidades, perpetuando la crisis de acceso al agua en la región, especialmente entre las poblaciones indígenas wayúu.
A pesar de la urgencia por atender las necesidades básicas de agua en La Guajira, la inoperancia de estos carrotanques refleja los efectos devastadores de la corrupción y la falta de gestión adecuada en el departamento.