Los vínculos entre Colombia, liderada por el presidente Gustavo Petro, y Estados Unidos, bajo el mandato de Donald Trump, podrían enfrentar tiempos difíciles, según advirtieron tres exembajadores colombianos en el país norteamericano.
Carolina Barco, Luis Alberto Moreno y Gabriel Silva, quienes han sido embajadores de Colombia en Estados Unidos, destacaron errores estratégicos de parte de Colombia y alertaron que, si se pierde la ayuda estadounidense, no será fácil recuperarla. Luis Alberto Moreno comentó que “aquí viene un proceso de recorte presupuestal muy profundo y creo que, si nosotros perdemos lo que ha sido ese apoyo, no hay ninguna posibilidad de volverlo a conseguir. De tal manera que yo veo unas señales de alarma grandes”.
La situación se perfila como compleja, un punto en el que coinciden los tres exembajadores que han gestionado las relaciones con la Casa Blanca en los últimos años. Durante un conversatorio en la Cámara de Comercio Colombo estadounidense, los exfuncionarios señalaron que, con un Congreso de mayoría republicana que ya no comparte el consenso bipartidista sobre Colombia y un presidente electo (Donald Trump) que promete un regreso al proteccionismo económico y los aranceles, el futuro parece incierto. Además, este panorama podría empeorar si se suman errores de estrategia.
Carolina Barco expresó que “no creo que este es el momento para pensar en una renegociación de nuestro TLC. Tenemos un marco muy claro y posibilidades para poder ajustarlo en las medidas que se necesiten y el panorama es demasiado incierto. Ahorita, es preferible trabajar con lo que tenemos y ver cómo lo vamos ajustando”.
Los exdiplomáticos hicieron un llamado para que el pragmatismo prevalezca sobre las diferencias ideológicas entre el gobierno de Gustavo Petro y el futuro gobierno de Donald Trump, aunque un escenario de confrontación parece casi inevitable. Gabriel Silva, exembajador de Colombia, afirmó que “aquí hay un gran potencial de conflicto, pero me da la impresión que, para el presidente Petro, con la perspectiva del 2026, una confrontación le favorece infinitamente”.
Brian Winter, experto en relaciones de Estados Unidos con América Latina, apuntó que se abrirá un nuevo capítulo con otras prioridades: “Yo sé que se ha quejado, a veces con razón, en los últimos 25 años, de la narcotización de la relación entre Colombia y Estados Unidos. Me parece que nos espera una migratización, hay la posibilidad de amenazas concretas de aranceles, sanciones u otro tipo de castigo para todos los países de la región que, en la visión de Donald Trump, no colaboren”.
En cuanto a los problemas migratorios y el narcotráfico, se señaló que el comercio con México será el más afectado, y paradójicamente, en medio de esa crisis, Colombia podría encontrar oportunidades. Sin embargo, el sector privado deberá saber aprovechar las circunstancias.
“Colombia debe actuar con pragmatismo, ser propositivo, tomar la iniciativa, intensificar la diplomacia y el relacionamiento con el Legislativo”, indicó María Claudia Lacouture, presidenta ejecutiva de Amcham Colombia. Además, advirtieron que, dada la incertidumbre, será esencial que el país mantenga una postura unificada frente a los desafíos que se avecinan.