La petrolera anglofrancesa Perenco negó "firmemente" este miércoles cualquier "relación con grupos ilegales" en Colombia luego que la fiscalía de ese país embargara dos de sus oficinas por supuesta financiación de paramilitares.
Miembros de estos escuadrones de ultraderecha señalan a la multinacional desde 2010 por haber financiado a su organización, las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en medio del conflicto armado.
"Negamos cualquier relación histórica con grupos ilegales", dijo la compañía en un comunicado en el que rechazó cualquier penalización económica sin "un proceso judicial".
Reafirmamos nuestro "compromiso con el respeto a los derechos humanos", añadió.
El martes, la fiscalía colombiana embargó dos oficinas de la petrolera en el barrio financiero de Bogotá y los bienes de su interior, valuados en 10 millones de dólares.
Estos irán a un fondo destinado a la reparación de las víctimas de los paramilitares, creado tras la desmovilización de unos 30.000 combatientes en 2006 durante el gobierno del derechista Álvaro Uribe (2002-2010).
Perenco se instaló en Colombia en 1993 y aún mantiene su actividad extractivista en el departamento del Casanare.
Tras su desmovilización, los exparamilitares atestiguaron que entre 1997 y 2005 recibieron "dinero, combustible, alimentación y transporte" de la compañía a cambio de un "servicio de seguridad".
La empresa utilizó la alianza para "incrementar su patrimonio", según la fiscalía.
Son varias las multinacionales acusadas de vínculos con paramilitares en Colombia. En 2024, la justicia estadounidense falló contra la bananera Chiquita Brands por financiar a las AUC y, desde 2023, la directiva de la minera Drummond enfrenta un juicio en Colombia por vínculos con el mismo grupo.
El conflicto armado de Colombia ha dejado a lo largo de más de medio siglo más de 10 millones de víctimas, entre ellas un millón de muertos y 200.000 desaparecidos.
Con información por AFP
Foto por AFP