En un operativo realizado por la tarde en Pueblo Esther, provincia de Santa Fe, autoridades rescataron dos crías de carpincho que se encontraban en condiciones precarias dentro de una vivienda, tras una denuncia que alertaba sobre la elaboración y venta de “milanesas de capibara”.
La intervención fue llevada a cabo por agentes de la Brigada Ecológica y de Rescate Animal de la Policía provincial, quienes, alrededor de las 17:35 horas, ingresaron al domicilio y encontraron a los animales enjaulados, con evidentes signos de descuido. Durante la inspección, también hallaron en un freezer carne de un carpincho adulto y los cuerpos de seis nutrias, lo que refuerza las sospechas de faena y comercialización ilegal de fauna silvestre.
Las crías rescatadas fueron trasladadas a la clínica veterinaria de Carlos Cossia, donde reciben atención especializada antes de su reinserción en el hábitat natural. Por el momento, no se registran detenciones, pero la causa continúa abierta bajo investigación por presunta violación a las leyes de protección de la fauna autóctona.
El carpincho, también conocido como capibara, es una especie protegida en Argentina. Su caza, tenencia, faena y venta están reguladas por normativas nacionales y provinciales. La infracción de estas leyes constituye un delito ambiental.
En paralelo, un operativo similar se desarrolló en febrero en la Ciudad de Buenos Aires. Un comercio de embutidos ubicado en Villa Crespo fue clausurado por la venta ilegal de carne de carpincho y chivito. La inspección, impulsada por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), fue llevada a cabo por la Policía de la Ciudad junto con el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ).
Durante el procedimiento, se encontraron frascos con conservas de ambas especies protegidas, y se constató que todos llevaban el mismo número de Registro Nacional de Productos Alimenticios (RNPA), lo que despertó sospechas sobre su legalidad. Tres frascos de chivito y dos de carpincho fueron incautados, y la responsable del local fue imputada por tenencia y comercialización de productos provenientes de fauna silvestre y por maltrato animal.
El operativo en la capital contó con la colaboración de diversas áreas del Gobierno porteño, como la División Delitos Ambientales, la Dirección General de Control Ambiental, Fiscalización y Control, y la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria. Las autoridades investigan si existe una red de distribución más amplia vinculada a estos productos ilegales.