Una de las principales compañías energéticas internacionales avanza en la venta de sus activos de exploración y producción en Colombia. Entre ellos se incluyen contratos petroleros y bloques con potencial de gas natural en la costa del Caribe, asociados a uno de los hallazgos más relevantes de la última década.
La decisión, según El Tiempo, se atribuye a que no se hallaron reservas en las cantidades esperadas, situación que provocó una desvalorización proyectada entre 1.500 y 3.000 millones de dólares en deterioros no monetarios, según reportes de la compañía.
Factores como la falta de nuevos contratos de exploración, sumado a condiciones adversas como inseguridad en zonas clave, deterioro de infraestructura y trámites regulatorios lentos, fueron determinantes para este replanteamiento estratégico.