Con el objetivo de transformar realidades y romper estigmas, el Gobierno nacional adelanta un programa en 20 ciudades del país para brindar nuevas oportunidades a más de 12 mil integrantes de barras futboleras organizadas, históricamente marginadas por prejuicios sociales y barreras de acceso.
Así lo explicó Maritza Ruiz Posada, directora del programa Barrismo Social, Aguante Popular por la Vida, del Ministerio de la Igualdad, durante su participación en La Agenda, el espacio institucional de la Presidencia de la República en el que dialogan representantes de medios regionales. En esta ocasión, participaron comunicadores de departamentos como Bolívar, Nariño, Atlántico, Boyacá, Risaralda, Valle del Cauca, Sucre, además de Bogotá y Cundinamarca.
El programa, que inició en noviembre de 2024, se encuentra actualmente en etapa de caracterización, ya que en Colombia no existen estudios oficiales o cifras actualizadas que reflejen la realidad de las barras organizadas.
Ruiz Posada destacó que muchas de estas organizaciones ya cuentan con procesos avanzados de base, y el programa busca visibilizar ese potencial: “Las barras han desarrollado proyectos autónomos que, en muchos casos, ni los gobiernos locales ni el nacional habíamos reconocido. Nuestro papel es apoyar, articular y potenciar esas iniciativas".
Entre los más de 40 proyectos en marcha se encuentran escuelas deportivas y musicales, iniciativas ambientales, espacios de formación en derechos humanos, prevención del consumo de sustancias psicoactivas y medios de comunicación comunitarios, muchos de los cuales han sido creados y gestionados por los mismos barristas.
En ese sentido, se están fortaleciendo iniciativas como laboratorios de comunicación popular y alternativa, aprovechando que muchas de estas barras cuentan con sus propios canales informativos y redes.
La directora también subrayó que el proceso cuenta con el acompañamiento académico de la Universidad Pedagógica Nacional y recordó que el fenómeno del barrismo en Colombia, influenciado por el modelo argentino, surgió en los años noventa y comenzó a consolidarse como movimiento social hacia 2006.
“Durante el estallido social, las organizaciones barristas tuvieron una presencia activa, reclamando transformaciones profundas. Su acción va más allá del fútbol: es una expresión de construcción social que no se encuentra en ninguna otra parte del mundo", aseguró.
“No queremos que las organizaciones barristas se formalicen, sino que tengan un espacio para construir sus propias fundaciones, corporaciones y demás como muchos ya lo vienen haciendo. ¿Para qué? para que puedan organizarse y puedan contratar de manera directa con el Estado", enfatizó Ruiz Posada, directora del programa.