El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció la llegada de 110 connacionales deportados desde Estados Unidos en un vuelo de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), el martes 28 de enero. El mandatario destacó que los deportados arribaron al país sin estar esposados, como un gesto de respeto a su dignidad y derechos humanos.
“Llegarán sin estar esposados, como una muestra de dignidad. No serán tratados como delincuentes”, afirmó Petro a través de su cuenta oficial en X.
El vuelo, operado por un Boeing 737-700 de la FAC, partió desde San Diego, California, el lunes 27 de enero. En la aeronave viajaron funcionarios de Migración Colombia, personal de la Cancillería y médicos, quienes garantizaron la seguridad y el bienestar de los deportados durante el trayecto.
La llegada de este grupo es parte de un acuerdo alcanzado entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos tras un período de tensiones. La disputa comenzó cuando Petro criticó duramente el trato recibido por los deportados colombianos, calificándolo como “no digno” y asegurando que eran tratados como criminales. Esta postura generó una respuesta contundente del gobierno estadounidense, que amenazó con imponer sanciones económicas.
El mandatario colombiano subrayó que este proceso de repatriación no solo cumple con los protocolos internacionales, sino que también busca garantizar que los colombianos retornados reciban apoyo integral. La Cancillería y la Fuerza Aérea Colombiana anunciaron que un segundo avión viajará a Houston, Texas, para traer a otro grupo de deportados bajo las mismas condiciones.
Petro enfatizó que esta política migratoria será replicada en futuros casos de repatriación desde cualquier país, destacando la importancia de proteger los derechos de los migrantes. Además, la ONU ha respaldado las iniciativas del gobierno colombiano, reconociendo su esfuerzo por garantizar el trato humanitario a los deportados.