Desde su fundación en 2017, Perro Negro emergió como un ícono de la vida nocturna en Medellín. Con tan solo 150 metros cuadrados en el garaje de un edificio, este espacio pasó de ser una fiesta de garaje a convertirse en una de las discotecas más reconocidas de América Latina. Fundada por los empresarios Samuel Granados y Alejandro Cardona, Perro Negro comenzó como un proyecto local que, con el tiempo, evolucionó en un emporio internacional de discotecas y restaurantes. En 2023, cuenta ya con una sede en Miami, y se espera que el 15 de noviembre abra sus puertas en Madrid, llevando la experiencia de "perreo" a Europa.
El ambiente en Provenza, donde se ubica Perro Negro, es caótico y vibrante; los jueves por la noche, los visitantes caminan entre luces de neón, música y gente de todas partes. La discoteca, ubicada en un sótano al que se accede a través de una discreta puerta en la calle, es un espacio pequeño y oscuro, caracterizado por su estilo minimalista y la fuerza de sus ritmos reguetoneros. “Nadie vuelve a ser el mismo después de bailar una noche en el Perro Negro”, afirma uno de los letreros en neón que cuelga de sus paredes, reflejando el espíritu de la discoteca y recordando la esencia de la vida nocturna de Medellín, adaptada ahora para un público global.
A lo largo de los años, la discoteca ha evolucionado para mejorar su equipo de luces y sonido y ampliar su oferta. Lo que empezó como un espacio con pocas comodidades se transformó en un local más sofisticado, con zona VIP y un DJ en el centro de la pista. Sin embargo, la esencia del lugar permanece intacta: es un sótano en el que se puede disfrutar de la música y el baile sin descanso hasta las 4 de la mañana. Las noches de Perro Negro son, en gran medida, el resultado de un cuidadoso diseño de marca y estrategia de comunicación que busca conectar tanto con la cultura local como con la nostalgia de quienes han vivido la experiencia de Medellín.
En redes sociales, el equipo de Perro Negro, compuesto por más de una docena de personas, no se limita a mostrar imágenes de fiestas. En su lugar, crean contenido que rescata la historia cultural y los personajes icónicos de Medellín, así como del resto de Latinoamérica. Una de sus publicaciones, por ejemplo, recuerda el origen de la palabra "Spanglish", creada por el periodista puertorriqueño Salvador Tió en 1948. Esta estrategia distintiva de combinar fiesta y cultura ha logrado que Perro Negro se distinga de otras discotecas, consolidándose no solo como un lugar de entretenimiento, sino también como un medio para preservar y difundir la identidad cultural de la región.
Con el lanzamiento de la sede en Madrid, Perro Negro sigue expandiendo su influencia, exportando el espíritu de la fiesta paisa y convirtiéndose en un fenómeno internacional que, como lo han demostrado sus creadores, va mucho más allá de la música: es una experiencia completa de Medellín para el mundo.