Este 31 de octubre, cuatro policías murieron y tres resultaron heridos en un ataque en el municipio de Tumaco, Nariño, al sur de Colombia, en una emboscada que, según las autoridades, fue perpetrada por presuntos grupos armados que operan en la región. Los agentes se desplazaban en un vehículo cuando fueron sorprendidos por explosivos, seguidos de disparos en un punto de alta vulnerabilidad para las fuerzas de seguridad en el área.
La Policía Nacional informó que el ataque se produjo en una carretera rural de Tumaco, donde operan tanto disidencias de las FARC como bandas criminales ligadas al narcotráfico, lo que ha convertido esta zona en una de las más afectadas por la violencia y el control de las rutas de drogas. El director de la Policía, general William Salamanca, expresó en un comunicado su profundo dolor y aseguró que se desplegarán todos los esfuerzos para dar con los responsables de este "cobarde ataque".
Hasta el momento, las autoridades trabajan en la recolección de pruebas en la zona del ataque, al tiempo que se ha intensificado la presencia de unidades de élite de la Policía y del Ejército en la región para mantener el control de la seguridad y realizar operativos en busca de los agresores.
Este atentado se suma a la serie de hechos violentos recientes en Nariño, donde las disputas entre grupos armados ilegales se han recrudecido, impactando tanto a las fuerzas de seguridad como a la población civil.