Durante 2024, Barranquilla y su área metropolitana experimentaron un incremento significativo en los casos de extorsión, afectando gravemente a comerciantes y ciudadanos. Según datos de Observadores Colombia, la ciudad lidera el impacto de la extorsión en el país, con 55 casos por cada 100,000 habitantes.
Este fenómeno genera un clima de inseguridad, evidenciado por ataques armados a establecimientos comerciales, homicidios de propietarios y trabajadores, y amenazas a conductores de transporte público. En noviembre, la empresa SuperGIROS fue blanco de intimidaciones por parte del 'Clan del Golfo', lo que obligó al cierre temporal de varios de sus puntos de atención.
Las autoridades identificaron a varias bandas delincuenciales organizadas, como 'Los Costeños', 'Los Rastrojos - Costeños', 'Clan del Golfo' y 'Los Pepes', que se financian mediante el cobro de extorsiones. Además, existen grupos más pequeños que se hacen pasar por estas organizaciones para ejercer presión sobre sus víctimas.
La situación generó preocupación entre los ciudadanos y comerciantes, quienes exigen medidas más efectivas para combatir la extorsión y garantizar la seguridad en la región. La falta de control en los centros carcelarios, donde se realizan llamadas extorsivas, ha sido señalada como una de las principales causas del aumento de este delito.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, la extorsión sigue siendo un desafío significativo en Barranquilla y el Atlántico, afectando la vida cotidiana de los ciudadanos y la economía local.