Nabil Abida, reconocido narcotraficante francés con más de una década prófugo, fue detenido en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro, Colombia, tras arribar en un vuelo procedente de París.
Abida, de origen argelino, era considerado un enlace clave entre organizaciones criminales en Europa y América Latina. Operaba bajo la fachada de empresario en Francia y Serbia, conectando redes mafiosas en los Balcanes y España con cárteles de narcotráfico en Colombia. Se le acusa de traficar cocaína desde Sudamérica hacia Europa, realizando frecuentes viajes a Colombia para coordinar operaciones ilícitas.
La captura fue posible gracias a la colaboración entre la Policía Nacional de Colombia y la Interpol, que ejecutaron una orden de captura internacional vigente contra Abida. El director de la Policía Nacional, general William René Salamanca, destacó que esta detención es parte de una estrategia continua en la lucha contra el narcotráfico, subrayando que la ofensiva contra los traficantes internacionales sigue dando resultados.
Las autoridades francesas habían intensificado la búsqueda de Abida debido a su papel fundamental en la cadena de distribución de drogas en Europa. Las investigaciones lo identificaron como uno de los mayores operadores internacionales en el comercio de estupefacientes, principalmente cocaína, transportada desde Colombia a través de rutas establecidas con el crimen organizado europeo.