Colombia se ha convertido en el país más peligroso del mundo para los líderes ambientales, según el más reciente informe de la ONG británica Global Witness. En 2023, el país registró 79 asesinatos de defensores de la tierra, la cifra más alta jamás registrada por un Estado en un solo año desde que la organización comenzó a recopilar datos en 2012. Este es el segundo año consecutivo en que Colombia lidera la lista mundial de países más letales para estos activistas, superando ampliamente a Brasil, que ocupó el segundo lugar con 25 muertes, seguido de Honduras, México y Filipinas.
A nivel mundial, entre 2012 y 2023, han sido asesinados 2.016 defensores ambientales, y Colombia ha acumulado el 21% de esas muertes, con un total de 461 víctimas. Estas cifras posicionan al país como el más peligroso para quienes luchan por la protección del medio ambiente y los derechos territoriales, habiendo liderado el ranking en cinco ocasiones.
El informe destaca que 31 de los líderes asesinados en 2023 en Colombia pertenecían a comunidades indígenas y seis a comunidades afrodescendientes. Este dato refleja una tendencia mundial en la que el 49% de las víctimas de violencia contra defensores de la tierra pertenecen a grupos étnicos, subrayando la importancia de un enfoque diferenciado en la protección de estas comunidades, quienes a menudo están en la primera línea de la defensa ambiental.
Desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016, Colombia ha experimentado un aumento en los niveles de violencia en zonas rurales, donde los líderes comunitarios enfrentan amenazas de actores armados interesados en la explotación de recursos naturales. Las organizaciones internacionales y defensores de derechos humanos han instado al gobierno colombiano a tomar medidas más contundentes para proteger a estos líderes, cuyas voces son fundamentales en la lucha contra el cambio climático y la preservación de la biodiversidad.