En 2023, Colombia experimentó un incremento histórico en las solicitudes de asilo, alcanzando 202.957 peticiones, lo que representa más del doble de las 87.817 registradas el año anterior. Este fenómeno ubica al país como el segundo con más solicitudes de asilo entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), únicamente detrás de Venezuela, que acumuló 270.000 peticiones en el mismo periodo. Los datos provienen del informe "Perspectivas de la Migración Internacional 2024" elaborado por la OCDE.
El crecimiento de estas solicitudes pone de manifiesto una crisis migratoria que supera a la de naciones tradicionalmente asociadas con emergencias humanitarias, como Siria y Afganistán, que registraron 171.000 y 150.000 peticiones respectivamente. Según la OCDE, el aumento en Colombia es reflejo de las dificultades sociales, económicas y de seguridad que enfrentan miles de ciudadanos colombianos, quienes buscan mejores oportunidades y protección fuera de su país.
Además, expertos como Thomas Liebig, de la OCDE, señalan que el desconocimiento sobre las alternativas de migración regular puede estar impulsando a muchos a recurrir al asilo como una salida, incluso cuando no cumplen los requisitos específicos para esta figura. En países como el Reino Unido, este fenómeno llevó al restablecimiento de la visa para los ciudadanos colombianos, tras un aumento en las solicitudes consideradas fraudulentas.
A nivel global, las solicitudes de asilo en los países de la OCDE también alcanzaron un récord histórico de 2,7 millones en 2023, impulsadas por crisis en diversas regiones. Este panorama plantea desafíos significativos para los sistemas migratorios de los países receptores, que enfrentan la presión de equilibrar sus políticas de acogida y las restricciones migratorias necesarias para garantizar la seguridad y la sostenibilidad de sus infraestructuras sociales y económicas.