Este sábado se dio cierre a la IV Conferencia Ministerial Mundial de Alto Nivel sobre la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM) en Jeddah, Arabia Saudita, evento que convocó a más de 450 participantes, incluidos 48 ministros y viceministros, representando a 57 países. Durante la conferencia, los asistentes enfatizaron la importancia de pasar de la declaración a la acción, estableciendo alianzas entre gobiernos, organizaciones internacionales y actores de la sociedad civil.
La lucha contra la resistencia antimicrobiana se considera una de las diez principales amenazas a la salud pública global, un desafío que afecta a millones de personas en todo el mundo y que pone en peligro los avances en el tratamiento de diversas enfermedades. Según se discutió en la conferencia, el objetivo es implementar políticas globales coordinadas que mejoren la prevención, el control y la gestión del uso de antimicrobianos, una medida esencial para salvaguardar la salud pública.
Los debates se centraron en cuatro áreas clave: la vigilancia y la gestión responsable de antimicrobianos, el desarrollo de capacidades, el acceso y la asequibilidad de tratamientos, y la gobernanza tanto a nivel nacional como global. Además, se destacó la necesidad de fomentar la innovación y la investigación en este campo. Este evento también marcó un paso importante en la promoción de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y en la alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.