Tras el reciente ataque a una unidad militar en el corregimiento de Puerto Jordán, han surgido versiones de uniformados que afirman haber sido “dejados solos” en una zona caracterizada por su compleja situación de orden público. Algunos militares señalan que había inteligencia previa sobre un posible ataque por parte de la guerrilla, y revelan que la base militar no contaba con servicio de luz ni de internet desde la noche anterior al incidente.
Consultados por EL TIEMPO, fuentes del Ministerio de Defensa y del ámbito castrense desmintieron estas acusaciones, afirmando que el personal no fue abandonado tras el ataque. Las autoridades confirmaron que existía una alerta sobre la posibilidad de un ataque contra la Fuerza Pública en el departamento, aunque no se previó que se lanzaran proyectiles a una distancia que superara los 500 metros.
Este incidente resalta la preocupación sobre la seguridad de las fuerzas militares en regiones con altos índices de violencia y el desafío que representa la coordinación en situaciones de riesgo. Las autoridades continúan investigando las circunstancias del ataque y la respuesta operativa de las fuerzas presentes en la zona.