El presidente de Colombia, Gustavo Petro, abrió este martes en Cali la conferencia de biodiversidad de la ONU (COP16), con duras críticas hacia la falta de acción frente a la crisis ambiental que enfrenta el planeta. Desde la apertura del evento, Petro expresó que el problema de la “extinción”, que él califica como "el principal problema de la humanidad", exige medidas urgentes y radicales, superando lo que ha definido como una sucesión de fracasos en las reuniones de las COP de los últimos 30 años. En su discurso, Petro mencionó que “los pueblos del mundo tienen que tomar las decisiones para una revolución mundial” porque, de lo contrario, el futuro traerá “pueblos y ciudades llenas de cementerios”.
Uno de los enfoques clave del discurso de Petro fue la crítica a la burocracia en las COP y su desconexión con la realidad de las personas, sosteniendo que “las COP en el desierto, la nieve o el mar, sin pueblos ni gente, solo logran mantener intereses de codicia” y están guiadas por la “intermediación burocrática”. Desde su perspectiva, es el pueblo el que debe tomar las riendas en temas como el cambio climático y la preservación de la biodiversidad, destacando que esta cumbre en Cali se lleva a cabo "con el pueblo en las calles".
Petro aprovechó la ocasión para reflexionar sobre la dependencia mundial de los combustibles fósiles y criticó el papel del petróleo, el gas y el carbón en la crisis ambiental. Al respecto, señaló que la acumulación de riqueza basada en estas energías es "la causa fundamental de la crisis climática", e insistió en que sin la intervención pública y democrática en este ámbito, la extinción de la biodiversidad es inevitable. Petro también cuestionó el destino de los recursos del petróleo y de su impacto negativo, afirmando que el modelo actual prioriza "más el dólar que la vida".
En la conclusión de su discurso, el presidente colombiano enfatizó que la transición hacia un sistema diferente y sostenible depende de una "geopolítica diferente" y una economía enfocada en la vida y no en el consumo. Además, llamó a la comunidad internacional a rechazar la idea de que el mercado libre por sí solo podrá garantizar la sostenibilidad ambiental, y defendió la necesidad de "un poder público global y democrático" para gestionar la crisis climática.