El 18 de noviembre de 2024, la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes dio un paso significativo en la discusión de la reforma a la salud promovida por el Gobierno Nacional al aprobar en primer debate el proyecto con 14 votos a favor. Esta iniciativa, que busca transformar profundamente el sistema sanitario colombiano, incluye 64 artículos en los que se plantean modificaciones para garantizar mayor equidad en el acceso a los servicios de salud.
El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, destacó que esta reforma no pretende estatizar el sistema de salud, aclarando: “No es el modelo de Cuba ni de ningún país”. Además, enfatizó que el proyecto se ajustó durante las negociaciones al retirar 10 artículos, logrando un consenso inicial con los congresistas. Según Jaramillo, la propuesta se centra en fortalecer la red pública y garantizar un acceso equitativo en las regiones más apartadas del país.
A pesar de su avance, la reforma enfrenta críticas. El representante Andrés Forero, del Centro Democrático, expresó que este proyecto “fragmenta los recursos y afecta principalmente a los pacientes, especialmente a aquellos con enfermedades de alto costo”. Otros opositores señalan riesgos en el manejo de los recursos por parte de las entidades públicas.
Entre las principales modificaciones, la iniciativa busca convertir las EPS en gestoras de salud, promover la atención primaria mediante Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS) y establecer una red integrada de servicios. Asimismo, se plantea fortalecer la Administradora de Recursos de la Salud (Adres), que jugaría un papel clave en la gestión financiera.
El proyecto deberá superar tres debates más: en la plenaria de la Cámara, la Comisión Séptima del Senado y finalmente en la plenaria del Senado. En caso de ser aprobado, entrará en proceso de conciliación antes de convertirse en ley. Mientras tanto, el debate continúa siendo un terreno de polarización y discusión sobre el futuro del sistema de salud colombiano.