El Gobierno de Colombia, liderado por el presidente Gustavo Petro, enfrenta retos significativos para garantizar el financiamiento del Presupuesto General de la Nación para 2025, estimado en 523 billones de pesos. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, advirtió que este monto presenta un déficit de 12 billones de pesos, pendiente de financiación, y que las decisiones críticas sobre el presupuesto deberán tomarse antes del 2 de enero de 2025.
Según Bonilla, si el Congreso no aprueba parcial o totalmente el proyecto de ley de financiamiento antes de esa fecha, será necesario identificar qué porciones del presupuesto carecen de respaldo financiero y proceder con un aplazamiento equivalente. "Si el 2 de enero no ha habido discusión del proyecto o una aprobación parcial, debo señalar qué parte quedó desfinanciada", declaró el ministro, enfatizando la urgencia de solucionar este vacío financiero.
El presupuesto presentado en julio pasado enfrentó rechazo en el Congreso, lo que obligó al Ejecutivo a considerar su aprobación mediante decreto. Este escenario también implica la presentación de la reforma tributaria como un proyecto separado, una estrategia que busca garantizar los recursos necesarios para programas sociales, infraestructura y otras prioridades gubernamentales.
Entre los puntos de conflicto se encuentra la presión fiscal que implica el financiamiento de los programas sociales insignia del Gobierno Petro. Esta situación subraya la necesidad de construir consensos entre las fuerzas políticas en el Congreso, mientras el Ejecutivo busca alternativas para evitar impactos en la ejecución del presupuesto.
Esta situación ha generado un intenso debate sobre la sostenibilidad fiscal y las prioridades del gasto público en un año clave para la administración de Petro.