Durante la ceremonia de transmisión de mando al nuevo director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, el presidente Gustavo Petro dijo que una provincia, como aquella de la cual es oriundo el general Triana (Gualivá, Cundinamarca), sirve de ejemplo de la transformación de los territorios “en territorios de mayor felicidad y de mayor buen vivir".
El jefe del Estado aseguró que, pese a las violencias pasadas que azotaron la región, en múltiples momentos de su historia, esa parte del país vive un renacer, con una razón económica como principal explicación.
“No solamente el cansancio de los pueblos de la guerra y de la violencia y de la muerte -cansancio que nos tienen que llevar a la paz- sino es que allí, en los campos, vuelve a crecer la caña de azúcar o la caña panelera, que es, quizás, después del café, el principal renglón de producción campesina", precisó el dignatario.
También dijo que “quienes producen la panela son manos artesanales y manos campesinas. Las regiones paneleras de Cundinamarca, de Santander, de Boyacá y otros lugares", y añadió que “si el campesinado progresa hay más paz".
“Eso nos trae una enseñanza: la seguridad no se consigue a punta de muertos, sino a punta de progreso" dijo, y agregó que “transformar un territorio violento en pacífico es nuestro gran desafío".
Posteriormente expresó que no es a partir de muertos que se crea la seguridad, sino a partir de felicidad humana, y que el Gualivá y Rionegro “traen esa lección". “Ojalá se mantenga y se profundice", sostuvo, y pidió al general Triana ser responsable de que eso suceda, no solamente en esas provincias, sino en todo el país.
El presidente Petro también hizo un llamado al equipo que lo acompaña en el ejecutivo: “Necesitamos un gobierno valiente, porque si el campesinado logra tener el apoyo del gobierno para dejar de cultivar hoja de coca, voluntariamente, y son miles y decenas de miles de campesinos los que convocados por el cambio lo hacen, pues lograrán que sus propias regiones se vuelvan pacíficas, como hoy lo es el Gualivá y Rionegro".
Aseguró que, de esa manera, “lograremos que en ningún rincón de Colombia la violencia vuelva a azotar, y lograremos una promesa que me hice a mí mismo sin hacerla pública: y es que ojalá este gobierno pudiera ser el gobierno que termine con los cien años de soledad en Colombia, de la época en que nos matamos entre sí".