Durante la reunión anual de la Federación Colombiana de Municipios, celebrada en Cartagena, un grupo de alcaldes se unió para expresar sus inquietudes al Gobierno Nacional. Los mandatarios locales criticaron la falta de apoyo de los ministros y denunciaron que muchos de ellos han tenido que “gobernar bajo el fuego”, enfrentando el estancamiento de sus proyectos debido a la falta de financiación y la creciente inseguridad en sus territorios. En este contexto, varios alcaldes pidieron al presidente Gustavo Petro que no los considere como enemigos de su gobierno.
La reunión, conocida como un "Congreso de las lamentaciones" por algunos de los asistentes, se llevó a cabo los días miércoles y jueves, con la participación de cientos de mandatarios de todo el país. El presidente Gustavo Petro estuvo presente el miércoles, escuchó a los alcaldes y respondió a cinco preguntas clave; sin embargo, al final del evento, los alcaldes se mostraron insatisfechos ya que no se alcanzó una solución clara para resolver los problemas que enfrentan los municipios. Además, el jueves, cuando se esperaba la presencia de los ministros de Educación y Salud, Daniel Rojas y Guillermo Jaramillo, respectivamente, ninguno de los dos acudió a la cita.
Uno de los problemas más recurrentes entre los alcaldes fue la falta de recursos. La mayoría de los municipios de quinta y sexta categoría, que representan cerca del 90% de los municipios del país, dependen de las transferencias del Gobierno Nacional para poder funcionar, pero estas son insuficientes. Los mandatarios locales señalaron que, además de la crisis fiscal que atraviesa Colombia, el Gobierno no ha mostrado disposición para escuchar sus peticiones, ya que los ministerios no responden a sus solicitudes de reuniones, incluso cuando viajan desde regiones apartadas.
En medio de estas dificultades, el presidente Petro destacó las inversiones sociales realizadas durante su mandato, como el aumento en el presupuesto para el sector educativo, que pasó de \$50 a \$70 billones en dos años y medio. Sin embargo, los alcaldes no perciben este aumento en sus municipios, e incluso han visto reducciones en el número de docentes y la falta de mejoras en las infraestructuras educativas. "¿Qué pasó con la plata?", cuestionó la alcaldesa de Puerres, Graciela Hernández, quien recibió los aplausos de sus colegas por su contundente reclamo.
Además, el presidente Petro mencionó la ley de competencias y la reforma al Sistema General de Participaciones (SGP), que tiene como objetivo aumentar el porcentaje de los ingresos nacionales que se destinan a los entes territoriales. Sin embargo, los alcaldes señalaron que este cambio solo entrará en vigor en 2027, lo que deja poco tiempo para mejorar la situación actual.
El director de Fedemunicipios, Gilberto Toro, expresó que aunque la reforma es positiva a largo plazo, la falta de recursos en el corto plazo es un problema urgente. Los alcaldes reclamaron que muchos de sus proyectos, aunque aprobados, no se están ejecutando porque los recursos aún no han llegado a los territorios.
La inseguridad también fue un tema central en la agenda del congreso. Alcaldes de diferentes regiones del país señalaron que algunos territorios han retrocedido hasta 30 años en materia de seguridad debido a las ofensivas de grupos armados, como el Clan del Golfo, que continúa su ataque contra la fuerza pública. Paola Castillo, alcaldesa de Jamundí, expresó que, a pesar de las dificultades, los mandatarios siguen luchando “con las uñas” y sin los recursos ni la infraestructura necesaria para enfrentar la situación.
El alcalde de Argelia, Osman Guaca, también hizo un llamado a la implementación de las inversiones prometidas por el Gobierno para mejorar la seguridad en su región, que enfrenta el accionar de las disidencias de las Farc. Aunque algunos alcaldes expresaron críticas al proceso de paz, como el que se lleva a cabo con los grupos armados, Guaca subrayó que, si se logran las transformaciones necesarias, es posible continuar con el diálogo para alcanzar la paz.
Finalmente, los alcaldes mencionaron otros problemas, como el atraso en la conectividad en varias zonas del país y la alta siniestralidad vial, y pidieron que el Gobierno establezca mesas de trabajo para tratar estos temas de manera efectiva. A pesar de las tensiones, varios funcionarios del Ejecutivo se comprometieron a crear estas mesas de trabajo y a acelerar la ejecución de los proyectos ya aprobados, pero aún no reflejados en las comunidades.
La relación entre el Gobierno de Gustavo Petro y los mandatarios locales sigue siendo tensa, especialmente debido a la gestión de recursos y la inseguridad que afecta a varias regiones del país. La respuesta del presidente, que se ha comprometido a mejorar la situación a largo plazo, no ha sido suficiente para calmar las preocupaciones inmediatas de los alcaldes.