Recientemente, se ha observado una nueva modalidad en la que los evasores forman filas para ingresar de manera fraudulenta al sistema, poniendo en riesgo su seguridad y la de los demás usuarios.
Durante 2024, la evasión representó el 13,14% de los usuarios, con más de 600.000 personas colándose diariamente.
Estas prácticas no solo afectan las finanzas del sistema, sino que también generan desorden y aumentan el riesgo de accidentes en las estaciones.
Para contrarrestar esta problemática, TransMilenio ha implementado medidas como la instalación de dispositivos antievasión en estaciones y portales.
Además, se han endurecido las sanciones: en 2025, la multa por evadir el pago del pasaje asciende a 189.800 pesos, mientras que ingresar o salir por zonas no autorizadas conlleva una sanción de 94.900 pesos .
La concejal Diana Diago ha destacado que las pérdidas económicas por evasión podrían destinarse a proyectos significativos para la ciudad. Por ejemplo, los 262.000 millones de pesos perdidos en 2024 equivalen a la construcción de aproximadamente nueve colegios nuevos.
La falta de infraestructura adecuada en las estaciones facilita la evasión. Con corte a octubre de 2024, el 66% de las estaciones no contaban con puertas de acceso.
Esta situación, sumada a la cultura de evasión, representa un desafío significativo para la administración y los usuarios que cumplen con el pago.
Es imperativo que las autoridades y la ciudadanía trabajen conjuntamente para fomentar una cultura de legalidad y respeto en el uso del transporte público, garantizando así la sostenibilidad y eficiencia del sistema.