A pesar de las tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo, el gobierno de Gustavo logró avances en su agenda legislativa, manteniendo un equilibrio frágil entre reformas prioritarias y concesiones estratégicas. Sin embargo, este avance enfrenta importantes retos en el Congreso, donde las alianzas y el tiempo juegan un papel crucial.
Entre las reformas más avanzadas se encuentra la de salud, que ya inició su tercer debate en el Senado. Por su parte, las reformas pensional y laboral siguen en proceso, mientras que la reforma educativa está en su segundo debate. Además, el presidente Petro anunció una reforma tributaria que buscará incrementar los impuestos a las personas naturales y aliviar la carga para las empresas, una medida que ha generado opiniones divididas entre expertos y sectores empresariales.
En términos de gobernabilidad, el Pacto Histórico, principal bancada oficialista, mantiene una mayoría relativa en el Congreso. Sin embargo, sectores independientes y de oposición han demostrado ser decisivos en votaciones clave, lo que obliga al gobierno a construir consensos en cada proyecto legislativo. Por ejemplo, la reforma laboral aún enfrenta obstáculos significativos y dependerá de la capacidad del Ejecutivo para sortear las resistencias internas y externas.
El presidente Petro también ha manifestado su intención de abordar reformas estructurales en servicios públicos y tributación, lo que indica una agenda ambiciosa para 2024. No obstante, el tiempo apremia, ya que a partir de 2025, la atención de los congresistas se centrará en las elecciones legislativas, reduciendo las posibilidades de avanzar en temas pendientes.