El huracán Helene, que causó estragos en Florida, se degradó a tormenta tropical en la madrugada de este viernes mientras avanzaba sobre Georgia. Aunque el sistema está perdiendo fuerza, las autoridades advierten que aún existen "peligros mortales" para los residentes de la región.
Se prevé que Helene continúe su trayectoria hacia el norte, afectando a los estados de Tennessee y Kentucky antes de disiparse por completo. Las condiciones climáticas adversas, como fuertes lluvias y vientos, siguen siendo una preocupación para las comunidades a medida que la tormenta avanza.
Hasta el momento, se han reportado al menos tres muertes relacionadas con el paso del huracán, lo que subraya la gravedad de la situación. Las autoridades locales instan a los ciudadanos a permanecer alertas y seguir las indicaciones de evacuación y seguridad.
La recuperación de las áreas afectadas por Helene ya ha comenzado, pero se anticipa que la tormenta dejará un legado de desafíos para los residentes y los servicios de emergencia en su camino.