Durante los catastróficos incendios que arrasaron varias urbanizaciones en Los Ángeles, Chester Griffiths, un neurocirujano de 62 años, demostró que la preparación y el esfuerzo comunitario pueden marcar la diferencia en situaciones de emergencia.
Griffiths, junto con su hijo y un vecino, luchó incansablemente durante casi una semana para contener las llamas del incendio de Palisades que amenazaban con destruir las casas de su calle. "Siempre habíamos sabido que algún día se produciría un incendio, pero no sabíamos cuándo, ni que sería tan catastrófico y apocalíptico", relató Griffiths.
Ante la magnitud de la crisis, los bomberos no pudieron llegar a tiempo, ya que priorizaban otras áreas afectadas. Sin embargo, gracias a su entrenamiento previo, el equipo adecuado y la cooperación vecinal, Griffiths logró proteger las viviendas hasta la llegada de los servicios de emergencia.
El neurocirujano destacó la importancia de estar preparados ante este tipo de desastres: "Es fundamental formarse con antelación, disponer de equipo y contar con el apoyo de la comunidad". Durante 15 años, Griffiths se preparó para un escenario como este, un esfuerzo que terminó salvando no solo propiedades, sino también la esperanza de sus vecinos.
Los incendios en Los Ángeles son cada vez más frecuentes debido al cambio climático y la expansión urbana hacia áreas propensas a estos desastres. Historias como la de Chester Griffiths subrayan la necesidad de que tanto autoridades como ciudadanos trabajen juntos en la prevención y manejo de estas emergencias.