Efraín Juárez, entrenador de Atlético Nacional, enfrenta una severa sanción impuesta por las autoridades de Medellín: tres años sin acceso a los estadios y una multa de 26 millones de pesos. Esta decisión se derivó de su efusiva celebración tras la victoria de Nacional sobre Independiente Medellín (DIM), que algunos consideraron provocadora hacia los aficionados rivales.
Juárez explicó su actuación diciendo: "Nunca fue mi intención ofender a los hinchas del DIM. Estaba celebrando con nuestra hinchada. Si alguien se sintió molesto, ofrezco disculpas". Sus palabras subrayaron la importancia del triunfo para su equipo y la necesidad de mantener el respeto en el deporte.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, criticó la decisión como desproporcionada, calificándola de "absurda". "Esta medida excede la lógica. Mientras avanza el proceso de apelación, debemos trabajar en fortalecer la paz y el respeto en el fútbol", manifestó el mandatario.
Atlético Nacional ha interpuesto un recurso formal para apelar la sanción, buscando una resolución que promueva la conciliación en lugar de castigos extremos. Por su parte, la Dimayor también revisa el caso y podría adoptar decisiones adicionales.
El incidente reaviva el debate sobre cómo balancear la pasión por el fútbol con la responsabilidad de mantener un entorno respetuoso en los estadios. Mientras tanto, se espera que las instancias de apelación determinen el desenlace definitivo.