En Bogotá, bandas delincuenciales han convertido la reventa ilegal de pasajes del sistema TransMilenio y del SITP en un negocio ilícito que deja más de 60 millones de pesos mensuales. La operación se basa en el uso indebido de tarjetas personalizadas ‘TuLlave’ asignadas a beneficiarios de subsidios sociales como personas del Sisbén, adultos mayores o ciudadanos con discapacidad, las cuales permiten hacer transbordos gratuitos. Los delincuentes utilizan estos beneficios para revender viajes a otros usuarios, generando un grave perjuicio económico al sistema de transporte.
La Dirección Técnica de Seguridad de TransMilenio intensificó las acciones contra esta práctica desde inicios del año, con 54 operativos realizados en nueve localidades y más de 270 puntos estratégicos, incluyendo estaciones troncales y paraderos zonales. La reventa de pasajes ha sido tipificada como estafa agravada, fraude a subsidios del Estado y concierto para delinquir, delitos que podrían derivar en penas de prisión de hasta 18 años.
Según estimaciones presentadas por autoridades distritales, la ciudad pierde al menos 21 millones de pesos diarios a causa de esta modalidad, lo que representa un impacto anual cercano a los 5,000 millones de pesos. Ante este panorama, el Concejo de Bogotá analiza un proyecto de acuerdo que contempla suspender los beneficios tarifarios durante 30 días a quienes incurran en esta práctica, con sanciones mayores en caso de reincidencia, incluyendo la cancelación definitiva del subsidio.
Además de las pérdidas económicas, este fenómeno ha generado problemas de convivencia y seguridad, ya que algunas bandas han comenzado a controlar zonas específicas del sistema de transporte, intimidando a usuarios y generando caos en estaciones y paraderos.