La publicación de un diario español develó una grave amenaza para la democracia colombiana, propiciada por agentes de derecha en Colombia y en Estados Unidos. El presidente Gustavo Petro y los sectores democráticos del país están resistiendo a este ataque.
La democracia en Colombia vive bajo amenaza permanente. Así lo ratificó el pasado 29 de junio el periódico español El País, en su edición América Colombia, cuando publicó en primicia un artículo titulado “El excanciller Álvaro Leyva buscó en Estados Unidos la complicidad de Trump para tumbar a Petro".
Ese texto, firmado por el periodista ibérico Juan Diego Quesada, reveló las grabaciones de conversaciones del mencionado exfuncionario, que notificaron a los colombianos y al mundo los alcances de una conspiración para deponer al presidente elegido democráticamente por cerca de 11,5 millones de ciudadanos, delito que en el código penal colombiano se conoce como traición a la patria.
Los audios de Leyva y sus graves consecuencias nacionales e internacionales son el nuevo capítulo de un manual para desestabilizar la democracia, defenestrar al presidente y condenar a Colombia al caos, en el que participan diversos actores, legales e ilegales, guiados por el odio y la deslealtad a la democracia.
De las cartas a los audios de Leyva
Antes de que se conocieran esos audios, Leyva había atacado la permanencia en el poder del presidente con una serie de cartas, con amplia difusión en los medios tradicionales y las redes sociales de la oposición, llenas de ataques personales y chismes de pasillo, para menoscabar la autonomía y la imagen del jefe de Estado. En los mencionados audios quedó claro que esas misivas formaban parte de la conspiración señalada.
Las grabaciones revelaron, de la misma manera, la intención de Leyva de propiciar el golpe de Estado para que el poder lo asumiera la vicepresidenta Francia Márquez, a quien mostró como parte de la intentona. “Esta jugada", dijo. También menciona como interlocutores a los candidatos de derecha Vicky Dávila y Miguel Uribe, este último víctima de un atentado criminal y quien lucha por su vida en la Fundación Santa Fe.
Un factor esencial de esa conspiración era el apoyo de Estados Unidos. Leyva, para demostrar su capacidad de convocatoria, mencionó en los audios, precisamente, sus acercamientos con los congresistas republicanos, de origen cubano, Mario Díaz-Balart y Carlos Antonio Giménez, cercanos al secretario de Estado, Marco Rubio.
“El excanciller y su hijo, Jorge Leyva, cuentan con buenos contactos entre las filas del Partido Republicano de Estados Unidos. Por esa vía le pidieron a sus amigos que les organizaran una reunión con el congresista Mario Díaz-Balart, representante por Florida. “Estuve en Estados Unidos y con un tipo de primera fila: Mario Díaz-Balart. Los Díaz-Balart son los que están detrás del secretario de Estado", explica Leyva en las grabaciones. “También tenían la intención de verse con otro congresista muy conocido en Miami, Carlos Antonio Giménez", anota el mencionado artículo de El País. El periodista señala, sin embargo, que “la Casa Blanca, según estas mismas fuentes, nunca tuvo en consideración la propuesta".
En las oficinas de los mencionados congresistas estadounidenses hubo en los meses anteriores una romería de visitas de líderes políticos colombianos, entre quienes se destacan el expresidente Álvaro Uribe, los candidatos Dávila y Uribe Turbay, el presidente del Congreso Efraín Cepeda y un grupo de senadores opositores. Es larga, además, la lista de videos y pronunciamientos en redes sociales de la candidata Dávila pidiendo la salida del poder del presidente Petro.
A Leyva se le escucha decir que “hay que sacar ese tipo. Ese tipo presidiendo las elecciones (las presidenciales que están por celebrarse en 2026)... es que, además, el orden público se desbordó. Eso no puede suceder, sino con un gran acuerdo nacional, en donde tienen que estar el ELN, los del Clan del Golfo. (...) Yo he hablado con los gremios más importantes (...). Es que aquí han venido los del Clan del Golfo, una vaina muy jodida. Este país va al despeñadero".
La respuesta del presidente Petro
La exclusiva publicación del periódico El País encontró al presidente Petro en Sevilla (España), donde asistía a la Cumbre Mundial de Financiamiento del Desarrollo, que tuvo la presencia de cerca de 50 jefes de Estado. El 29 de junio, el presidente, en su cuenta en X, antes Twitter, respondió al artículo con contundencia, para dejar en claro su posición frente a la dimensión de lo revelado.
“Durante meses he sido víctima de la injuria del señor Leyva, y quise simplemente responder a lo que consideraba un acto de venganza bárbaro, canalla, de alguien que simplemente había ayudado de corazón", dijo, y reveló que Leyva tenía intereses oscuros en el contrato de pasaportes con la multinacional Thomas Greg, por lo cual lo sancionó la Procuraduría.
Indicó, asimismo, que se negó a nombrar al hijo de Leyva en su reemplazo en la Cancillería o a nombrarlo embajador “como si la democracia fuera hereditaria".
“Le di el puesto de Canciller a Leyva, porque pensé sin ningún cálculo político que se lo merecía al final de su vida. Pensé engañado, que tenía una genuina vocación de paz", subrayó.
Y añadió: “Leyva en realidad no ayudó al proceso de paz del M-19, pero se comprometió durante décadas al proceso con las Farc. Pensé que había sido perseguido por ello; hoy conociéndolo personalmente, creo que también buscaba otras cosas con la paz, menos santas".
Cabe recordar que el presidente dio poder al abogado Alejandro Carranza para instaurar una demanda penal contra Leyva por presuntos delitos de conspiración para cometer sedición, instigación a delinquir, menoscabo de la integridad nacional, calumnia agravada e injuria.
Leyva no está loco, demasiadas coincidencias
Los audios revelados por El País desmontaron la narrativa de Leyva, quien a sus 82 años quedará retratado en la historia política de Colombia como un conspirador redomado, desleal, golpista y corrupto. Afectando, además, la campaña presidencial de quienes creyeron que podría tener éxito su plan antidemocrático. Los medios de oposición, sin embargo, han querido desescalar la acción criminal de Leyva y presentar al excanciller, hoy refugiado en España, diciendo “que les da risa lo del golpe de Estado".
Por ello, el presidente Petro escribió en X el pasado 2 de julio: “No es el plan de un loco. Leyva no está loco. Está lleno de odio y soberbia, y se juntó con otros y otras llenos de odio y soberbia".
"Lo peligroso no fue el secretario de Estado de EE. UU.: Marco Rubio, que no estuvo metido realmente… Lo más peligroso de la estrategia de Leyva es que conectó dos grupos armados, el Clan del Golfo y el ELN. El último ya no creía mucho en Leyva, porque lo veían usando la paz para sacar ganancias económicas. El que sí copió fue el Clan, envió el tema a sus jefes: la Junta del Narcotráfico. Hay muchas coincidencias como para pensar que es un lunático hablando solo".
El presidente Petro, en ese trino, criticó de manera enérgica la posición de la prensa tradicional que tan solo unos días antes promocionaba las cartas de Leyva “como si se trataran de joyas literarias. Ahora esa misma prensa o no publica o encubre la gravedad del hecho develado, en flagrancia; gestionaba mi salida, afirmó el periódico del grupo Santo Domingo".
En ese sentido, descalificó el ruido mediático alrededor del proceso que un congresista de la corriente política del expresidente Duque promovió en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, adjuntando como pruebas las cartas de Leyva. También criticó el despliegue a un bulo mediático sobre una supuesta reunión con un jefe de sicarios ecuatoriano durante su viaje a Manta. “O, desvía la atención con mi viaje a Manta, juntándome con un bandido, que jamás en mi vida había escuchado, como hace la prensa del grupo Ardila y la Silla Vacía".
El presidente Petro comparó la situación que vive con los procesos que padecieron los mandatarios de Ecuador, Perú Brasil y Argentina.
“Pero que coincidencia -añadió- que han querido apresar a Evo, Lula, Correa, Cristina, Castillo, Petro, hasta a Maduro le pusieron precio a su cabeza, un juez extranjero. Todos víctimas de golpes de estado parlamentarios, todos presidentes de izquierda. Todos incómodos para los poderes económicos de las tres Américas. No dejan hacer negocios dicen, hablan mucho de trabajadores y de pobres, de justicia social, son populistas, solo merecen la cárcel o morir", subrayó.
Del mismo, el presidente criticó a los medios y dirigentes de derecha, quienes después del atentado al senador Miguel Uribe, “en polifonía con los que llaman de centro, que están más a la derecha que la derecha, hayan repetido una y otra vez, que el culpable del atentado era yo y que eso mismo hayan repetido todos los días, la prensa de los grupos económicos y todos los dirigentes de las extremas derechas de América y de España, pero qué coincidencia con el viejo loco, hasta lograron llenar la plaza de Bolívar con el ´fuera Petro´ que no es más que la misma consigna de Leyva. ¿O es que para que yo me vaya de la presidencia antes del 6 de agosto de 2026, no tienen que sacarme a la fuerza o matarme?".
Una nueva crisis con Estados Unidos
La férrea defensa del presidente Petro, el fracaso del golpe de Estado, la revelación de la cercanía de la extrema derecha colombiana con la extrema derecha de Miami, ha despertado su ira y ha atacado en los términos más descorteses al jefe de Estado colombiano. En concordancia, el departamento de Estado de los Estados Unidos exige disculpas del presidente Petro por pedir que se investigue si Leyva pidió el apoyo de dos congresistas para hacer el golpe de Estado y nombrar al secretario Marco Rubio.
El Presidente ha sido claro en señalar que el poderoso Marco Rubio no forma parte de la conspiración liderada por Leyva. “No creo que Marco Rubio esté en un golpe de Estado (…), porque los señores de la extrema derecha que estaban en eso no llegaron a la oficina de Marco Rubio, sino a la de otros y no me voy a poner a pendejear por eso. Eso es asunto que la Fiscal General de la Nación tiene que establecer, no yo", dijo el primer mandatario, el pasado jueves, al descartar tajantemente que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, esté vinculado a un intento de golpe de Estado en Colombia.
Con esa declaración el presidente respondió a la decisión del Departamento de Estado de llamar a consultas al encargado de negocios en Colombia, John T McNamara, por las “declaraciones infundadas desde los más altos niveles del Gobierno de Colombia". En reciprocidad hizo lo propio, con el embajador en Washington, Daniel García Peña.
A pesar de la decisión, Estados Unidos reconoció que Colombia sigue siendo un socio estratégico esencial. “Nos comprometemos a una estrecha cooperación en diversas prioridades compartidas, como la seguridad y la estabilidad regionales y seguimos comprometidos con los esfuerzos que mejoran la vida de estadounidenses y colombianos por igual", advirtió el Departamento de Estado.