El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha acusado al congresista estadounidense Mario Díaz-Balart de participar en un complot para derrocar su gobierno. Según Petro, este plan cuenta con el respaldo de su exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva. Estas declaraciones surgieron tras la publicación de una carta de Leyva en la que reiteraba acusaciones anteriores sobre una supuesta adicción a las drogas del presidente, lo que, según él, afecta su capacidad para gobernar. Petro calificó estas afirmaciones de falsas y sin pruebas, y afirmó que Leyva está buscando apoyo en la Comisión de Acusaciones del Congreso. Además, advirtió que si se llegara a ejecutar ese complot, podría estallar una “revolución colombiana”.
Díaz-Balart respondió irónicamente a los señalamientos de Petro, sugiriendo consumo de drogas o alcohol por parte del mandatario. Petro anunció que presentará pruebas a la fiscal general sobre actos de presunta sedición vinculados con Leyva. El conflicto entre Petro y su exaliado evidencia una profunda ruptura política con posibles repercusiones legales e institucionales.
La relación entre Petro y Díaz-Balart ha sido tensa desde el inicio del mandato del presidente colombiano. En abril de 2023, el congresista estadounidense se reunió con Petro para expresar preocupaciones sobre las acciones y comentarios del nuevo mandatario colombiano. Díaz-Balart afirmó: "No permitiré que dólares de los contribuyentes de Estados Unidos respalden a un gobierno en Colombia que sostenga al régimen de Maduro con el intercambio de inteligencia o financiamiento, que le permita a Rusia un punto de apoyo en el país, que se asocie con el régimen cubano para facilitar el tráfico de personas, y bajo el cual se permita el tráfico y la producción de drogas".
Además, Díaz-Balart ha criticado la reducción de la ayuda de EE. UU. a Colombia, atribuyéndola a las posiciones del presidente Petro. Según el congresista, Colombia ha dejado de pertenecer a un "selecto grupo de países con prioridad que reciben requisitos de financiamiento en la legislación estadounidense". Colombia habría recibido una reducción del 10 % de los fondos asignados debido al malestar que generan las posiciones del Gobierno Petro.
El congresista también ha defendido al expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, calificando el juicio en su contra como una "farsa" y una "cacería de brujas" impulsada por el Gobierno de Petro. Díaz-Balart afirmó: "La Colombia de hoy es muy diferente a la que prosperó bajo el liderazgo del expresidente Álvaro Uribe Vélez. El juicio farsa en curso, la persecución política y la cacería de brujas contra Álvaro Uribe reflejan el avance de fuerzas de extrema izquierda que controlan a Gustavo Petro".
Estas acusaciones y tensiones reflejan una creciente polarización política en Colombia y una relación cada vez más complicada entre el gobierno de Petro y ciertos sectores del Congreso estadounidense.