Este martes 30 de abril se confirmó el fallecimiento del subintendente Robinson de Jesús Acevedo Castrillón, quien permanecía hospitalizado desde el pasado 20 de abril tras ser víctima de un ataque armado en el municipio de Remedios, Antioquia. Según información oficial, presuntos integrantes del Clan del Golfo abrieron fuego contra el uniformado en medio de una emboscada, causándole una grave herida en la cabeza que lo mantuvo en estado crítico durante 10 días en una clínica de Medellín.
El ataque ocurrió en el sector conocido como El Ahorcado, luego de que la Policía Nacional acudiera al lugar para verificar una denuncia ciudadana sobre una carga explosiva. Durante el procedimiento, dos hombres en motocicleta dispararon contra los uniformados, dejando gravemente herido al subintendente Acevedo, y lesionando también a una mujer y un menor de edad presentes en el sitio.
Este hecho se suma a la serie de ataques recientes atribuidos al Clan del Golfo en Antioquia y otras regiones del país, los cuales han intensificado su ofensiva contra la fuerza pública. Con la muerte del subintendente Acevedo, ya son 18 los policías asesinados en el marco de esta oleada de violencia.
Tan solo días después del atentado contra Acevedo, hombres armados intentaron lanzar explosivos tipo granada contra la estación de Policía de Remedios, en un nuevo ataque frustrado por la reacción de los uniformados. Tres policías resultaron heridos, pero los agresores fueron abatidos por las autoridades. Este acto derivó en el reconocimiento público a dos patrulleros que enfrentaron la situación vestidos con pijama y fuera de turno.
Las autoridades nacionales mantienen activos operativos en la región del nordeste antioqueño para contener la ofensiva de grupos armados ilegales y reforzar la seguridad de las unidades policiales. Mientras tanto, organizaciones defensoras de derechos humanos y entidades gubernamentales han reiterado la urgencia de garantizar condiciones seguras para los miembros de la fuerza pública en zonas de alto riesgo.