El Tribunal Superior de Bogotá rechazó la solicitud de habeas corpus presentada por Geovany Andrés Rojas, conocido como alias "Araña", líder de los Comandos de la Frontera, una facción disidente de las extintas FARC. Rojas argumentaba que durante su captura no se respetaron sus garantías legales. Tras esta decisión, dispone de tres días para impugnar el fallo; de lo contrario, permanecerá detenido mientras se tramita su extradición a Estados Unidos por cargos relacionados con narcotráfico.
La detención de Rojas se produjo en Bogotá durante una reunión de negociación de paz con el Gobierno colombiano. A pesar de que las órdenes de captura nacionales contra él estaban suspendidas desde abril de 2024 para facilitar los diálogos, la Fiscalía General de la Nación ejecutó una orden de captura internacional emitida por Interpol a solicitud de una corte del Distrito Sur de California, Estados Unidos.
La ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, y la fiscal general de la Nación, Luz Adriana Camargo, defendieron la legalidad de la captura, enfatizando que Colombia tiene obligaciones internacionales que cumplir, incluyendo las relacionadas con Interpol. No obstante, el comisionado de Paz, Otty Patiño, calificó la detención como un "entrampamiento para la paz", sugiriendo que podría tratarse de una maniobra para sabotear el proceso de paz en curso.
La Coordinadora Guerrillera del Pacífico, se retiró de las conversaciones y regresó a sus zonas de influencia en Putumayo y Nariño. Asimismo, representantes del Clan del Golfo expresaron desconfianza hacia el proceso, argumentando que eventos como este minan la credibilidad de las negociaciones y podrían disuadir a otros grupos de participar en futuros diálogos de paz.