El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, anunció que el racionamiento de agua en la ciudad podría finalizar en abril, coincidiendo con el primer aniversario de su implementación. Galán atribuyó esta posible decisión al ahorro significativo por parte de la ciudadanía y a las condiciones favorables del nuevo año hidrológico. "Hoy tenemos más de 60 millones de metros cúbicos de agua adicionales a los que teníamos el año pasado. Es realmente significativo (…) Las cifras nos muestran una tendencia positiva", afirmó el mandatario.
Sin embargo, Galán enfatizó la importancia de mantener prácticas responsables en el consumo de agua. Advirtió que, si bien se levante el racionamiento, un aumento desmedido en el uso del recurso podría obligar a reinstaurar la medida.
Desde su inicio en abril de 2024, el racionamiento ha experimentado ajustes en su periodicidad, pasando de turnos rotativos cada nueve días a cada 18 días, y luego regresando al esquema inicial. Actualmente, los cortes se realizan cada nueve días, afectando diferentes zonas de la ciudad durante 24 horas.
Pese a las declaraciones del alcalde, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha mostrado reservas sobre levantar el racionamiento en este momento. El director de la CAR, Alfred Ballesteros, señaló que los embalses aún no han alcanzado una recuperación óptima y que suspender la medida podría poner en riesgo el abastecimiento futuro. "Solo cuando los embalses estén por encima del 50% se podría revisar esta medida. Es conveniente esperar a que se consolide realmente la primera temporada de lluvias", indicó Ballesteros.
Actualmente, el embalse de Chingaza, principal fuente de abastecimiento de Bogotá, ha mostrado una leve mejoría en sus niveles. Según informes recientes, el embalse subió a un 40% de su capacidad, tras recibir un aumento de 1.230.000 metros cúbicos de agua. No obstante, las autoridades insisten en la necesidad de mantener el ahorro y consumo responsable del recurso hídrico para asegurar una recuperación sostenible de los embalses.