El Congreso de la república no ha dejado de ser protagonista desde el ámbito legislativo y político en mecanismos que permitan lograr una paz verdadera.
La Comisión de Paz del Senado, en desarrollo de su trabajo en el tercer periodo legislativo del gobierno Petro, innovó y decidió descentralizar sus sesiones y audiencias frente a las comunidades de las diferentes regiones y localidades de Colombia, principalmente en las zonas de conflicto.
Sobre ese tema y otros que rodean la búsqueda de la paz en el país, interrogamos a la senadora indígena y presidente de la Comisión de Paz Aida Quilcué.
¿Qué balance presenta como presidente de la Comisión de Paz en este periodo?
Ha sido un periodo importante por las reformas aprobadas como aporte a la construcción de paz. Estuvimos presentes en el Catatumbo escuchando a las comunidades, realizamos audiencia pública en el Cauca donde se constituyó una comisión de impulso al diálogo. También una audiencia pública en Nariño, porque es indudable, e insisto, la paz comienza desde las regiones.
¿Si bien es cierto, es importante la presencia de la comisión en las regiones, que más se debe llevar a cabo o implementar para disminuir el conflicto?
Es fundamental implementar la inversión social en el territorio. De acuerdo a lo dicho por el presidente Gustavo Petro en el marco de los pactos a que se lleguen y establecer cómo lograr unas rutas jurídicas que nos permita avanzar en este proceso de paz territorial.
¿Qué opinión le merece el anuncio presidencial de crear Zonas de Ubicación Temporal (ZUT) como estrategia de avanzar en la paz total?
Con la Comisión de Paz tenemos la experiencia de Nariño donde el Gobernador y comunidades étnicas, grupos sociales que viven en la zona rural y urbana afectadas por la violencia, han avanzado y la paz total, no ha sido tan fallida. Desde que se construya con la participación de las comunidades y actores importantes de dicha región, esto funciona. Lo de Nariño tendrá vacíos, pero es importante destacar el avance que ha tenido.
¿Y en las demás regiones de conflicto?
Termina siendo positivo si las comunidades y organizaciones exponen directamente las preocupaciones de lo que sería esa zona temporal. Hay que generar confianza, la paz no se logra solo con avanzar en la seguridad desde la fuerza pública, que es fundamental. Los diálogos son necesarios e importantes, para avanzar en esa paz territorial.
¿Qué hacer con el ELN?
El Congreso cumplió con legislar en el marco de la ley de la paz total y puso a disposición en este marco la iniciativa y todas las condiciones para los diálogos. Lamentablemente ha fallado. No hubo esa seriedad del diálogo, sobre todo con este grupo, porque una cosa se hablaba en la mesa y otra cosa pasaba en las regiones. Por eso toma importancia ese diálogo desde las regiones, porque no se habla solamente con los que están en la cabeza de estas organizaciones, sino con los que afectan directamente el territorio. Eso es fundamental.