El expresidente Álvaro Uribe Vélez expresó su preocupación por el reciente incremento del salario mínimo en Colombia, que para 2025 se ha fijado en $1.423.500, más un auxilio de transporte de $200.000, totalizando $1.623.500.
Uribe enfatiza que, aunque un salario mínimo más alto es deseable, su sostenibilidad depende de condiciones favorables para las empresas. Propone reducir impuestos empresariales y flexibilizar las normas laborales para evitar un aumento en la informalidad y la pérdida de beneficios como la seguridad social.
El Gobierno en turno defiende el aumento salarial como una mejora en el poder adquisitivo, mientras que sectores empresariales advierten sobre posibles efectos negativos en el empleo formal y la economía.
Uribe concluye que es preferible incentivar la inversión empresarial y mejorar los salarios de los trabajadores que aumentar los impuestos al Estado, especialmente en contextos de derroche y corrupción.