Bogotá celebró este lunes festivo 30 de junio el título número diez de Independiente Santa Fe con un emotivo homenaje en la plaza de eventos del Parque Simón Bolívar. El evento, organizado por la Alcaldía Mayor de Bogotá y el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), reunió a miles de seguidores para rendir tributo al campeón de la Liga BetPlay.
El ingreso fue gratuito y estuvo habilitado desde las 11:00 de la mañana por la entrada principal de la calle 63. El acto central comenzó a la 1:00 de la tarde y contó con la presencia de jugadores, cuerpo técnico y autoridades locales. La jornada estuvo dirigida a toda la ciudadanía, aunque solo se permitió el ingreso a personas mayores de siete años, quienes debían estar acompañadas por un adulto responsable.
Las autoridades implementaron un estricto dispositivo de seguridad. Para acceder al evento, se exigió portar la camiseta oficial de Santa Fe y se prohibió el ingreso con alimentos, bebidas alcohólicas, sombrillas metálicas, mascotas, armas, objetos contundentes o elementos pirotécnicos. El operativo incluyó personal de logística, control de accesos, salidas de emergencia y puntos de atención médica.
Durante la jornada, los asistentes disfrutaron de un ambiente festivo y familiar. Las autoridades distritales destacaron el buen comportamiento de los asistentes y reiteraron el llamado a vivir la pasión del fútbol de forma pacífica. La mayoría de los asistentes llegó temprano, siguió las instrucciones del personal de apoyo y colaboró con las medidas de seguridad.
Este homenaje se realizó tras el multitudinario recibimiento que tuvo el equipo el domingo en su regreso a la capital, cuando miles de hinchas acompañaron a Santa Fe desde el aeropuerto El Dorado hasta el Parque Simón Bolívar, en una caravana cargada de emoción y orgullo.
La celebración en el corazón del parque metropolitano no solo fue un reconocimiento al logro deportivo, sino también un símbolo de unión ciudadana en torno al fútbol. El homenaje marcó un momento histórico para el club, su hinchada y toda la ciudad, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva de Bogotá.