Una carta supuestamente firmada por José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito” —líder del grupo criminal ecuatoriano Los Choneros y recapturado el 25 de junio en Manta— fue recibida por la embajada de Colombia en Quito, generando una controversia diplomática que involucra a los gobiernos de Colombia y Ecuador.
Según fuentes de la Cancillería colombiana, la misiva, entregada el 9 de junio a la embajadora María Antonia Velasco y a la viceministra Rosa Villavicencio, consta de 19 líneas en las que Fito solicita al Estado colombiano que actúe como garante en una entrega voluntaria. El objetivo, según el documento, era evitar su extradición a Estados Unidos o su traslado al Centro de Confinamiento del Terrorismo en El Salvador.
Frente al incidente, la Cancillería manifestó oficialmente que no ha recibido ninguna solicitud formal por canales diplomáticos y que la autenticidad de la carta no ha sido comprobada. Además, recalcó que Colombia no actúa como garante de narcotraficantes ni tiene competencia para mediar en estas situaciones. También afirmó que no realizó ningún tipo de gestión interna ni ante autoridades ecuatorianas respecto a dicha petición.
Desde Quito, el ministro del Interior de Ecuador, Jhon Reimberg, aseguró que la captura de “Fito” fue una operación exclusivamente ecuatoriana, sin participación o acuerdo previo con terceros países.
La solicitud de Fito se dio en un contexto delicado, ya que Ecuador se ha comprometido a extraditar al capo a Estados Unidos por delitos relacionados con narcotráfico y armas. Para el gobierno colombiano, el caso representa un episodio diplomático sensible que subraya su posición de no intervención en procesos judiciales extranjeros.