En Bogotá, cerca de 288 niños permanecen desaparecidos, la mayoría niñas de barrios de baja renta como Bosa, Los Mártires y Ciudad Bolívar. Las deficiencias en la investigación, puntos ciegos en las bases de datos oficiales y el irregular cubrimiento mediático complican resolver estos casos.
En 2024, se reportaron 635 menores desaparecidos en la capital colombiana, con el 80% de los casos resueltos. Sin embargo, una parte significativa sigue sin solución. Expertos como Andrés Nieto y Jerónimo Castillo destacan la necesidad de mejorar las políticas públicas y la efectividad de las autoridades.
Además, hay preocupaciones sobre la trata de personas y posibles vínculos con redes criminales, aunque la teoría del tráfico de órganos es controvertida. Políticos como María Clara Name proponen implementar una alerta Amber para informar al público sobre desapariciones de menores.
Las estadísticas y la falta de sistematización de datos sobre conexiones con el reclutamiento de grupos criminales subrayan la necesidad de una respuesta más coordinada y robusta por parte del Estado.