Aún sin haberse debatido para convertirse en ley, el proyecto de reforma al Sistema General de Participaciones tiene como objetivo que el Gobierno aumente significativamente las transferencias a las regiones cada año. Actualmente, estas transferencias representan el 23,8% del PIB, y con la reforma, se elevarían al 39,5% en un período de 12 años.
Juan Carlos Echeverry, exministro de Hacienda, advirtió que “el Gobierno tendría que pasarles cosa de 30, 40 o 50 billones de pesos. Eso va a aumentar a lo largo de los años y eso quebraría el Estado”.
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, señaló que la reforma “tendría costos adicionales cercanos al 2% del Producto Interno Bruto, lo que es una cifra realmente muy grande. Es una reforma que va en contra de la política de reducción del déficit fiscal”.
El exministro Echeverry hace referencia a un análisis recientemente publicado por el Banco de la República, que expone las implicaciones del proyecto para las finanzas nacionales:
• El PIB se reduciría en un 12%.
• El consumo privado caería un 18%.
• La inversión privada disminuiría un 34%.
• La deuda pública subiría del 55% al 83% del PIB.
• Se produciría una mayor devaluación.
En su página web, el Banco de la República publicó un informe titulado 'Riesgos macroeconómicos de la modificación del Sistema General de Participaciones'. En este documento se explica que "desde una perspectiva estrictamente contable, el incremento en las transferencias previsto por el proyecto de reforma que actualmente se discute en el Congreso implicaría un aumento del déficit del Gobierno Nacional Central (GNC) de 2,8% a 4,7% del PIB para 2038, así como un incremento de la deuda neta del GNC del 54,9% al 64,6% del PIB".
El Banco también señala que estos “cálculos implican que, bajo los supuestos establecidos, el GNC no cumpliría con la regla fiscal, incluso si se lograran los supuestos de ingresos tributarios del MFMP y el gobierno pudiera ajustar el resto de los gastos de acuerdo con lo previsto en el documento”.